¿Qué ocurre con el dinero al divorciarse?

repartir cuentas bancarias en divorcio

Algunos procesos de divorcio resultan difíciles de afrontar anímica y psicológicamente.

Si además le sumamos los asuntos financieros, se hace más complicado aún porque el reparto de bienes suele ser motivo de disputa, especialmente si el matrimonio no hizo separación de bienes.

A nuestro Despacho de Abogados nos llegan consultas sobre cómo proteger el dinero ante un divorcio y quieren saber cómo quedaría su situación, qué ocurriría con los ahorros personales generados durante el matrimonio, qué hacer con la hipoteca, etc.

La respuesta a estas cuestiones es recomendable saberlas de antemano ya que son las que más problemas producen al divorciarse y tienen mayor impacto a largo plazo en el terreno financiero.

A continuación, detallamos qué es lo que se puede hacer con las cuentas bancarias, ahorros y préstamos que se tenían contratados cuando una pareja se divorcia.

Cuentas bancarias de ahorro y depósitos.

Lo que ocurre con el dinero que se tenía depositado en las cuentas bancarias o en un depósito dependerá, básicamente, del régimen matrimonial con el que se había contraído matrimonio:

Separación de bienes.

Tal y como indica el nombre, este régimen establece que los ahorros solo pertenecerán al titular del producto bancario, algo que, en un principio, no debería causar muchos problemas. Sin embargo, si existiese una cuenta o un depósito en el que ambos fueran titulares, el dinero se repartirá al 50 % entre los dos.

Bienes Gananciales.

Bajo este régimen, los fondos presentes en las cuentas bancarias y depósitos de la pareja (sean de titularidad única o compartida) pertenece a ambos, por lo que se reparten al 50 %. Solo se reparten los bienes obtenidos después de contraer matrimonio.

En régimen de Participación.

En un matrimonio bajo el régimen de participación, se reparten todos los bienes de la pareja. En esta situación tanto los bienes que tuviese la persona antes, como los conseguidos a lo largo del matrimonio, van a ser propiedad de ambos.

Esta situación como es lógico es la que más problemas y discusiones genera, sobre todo, si la relación no ha acabado en términos amigables. Y lo más habitual es que se requiera la participación de un juez que determinará lo que le corresponderá a cada uno de ellos tras el divorcio.

¿Qué pasa si uno de los retira dinero de una cuenta compartida?

Si uno de los dos utiliza parte del dinero de una cuenta bancaria compartida en régimen de gananciales una vez la pareja ya se ha separado y ha iniciado el proceso de divorcio, deberá demostrar que la finalidad era favorecer la sociedad matrimonial. En caso contrario, cuando se realice la repartición de bienes se descontarán los fondos que se hayan utilizado.

Préstamos:

Solicitar un préstamo en pareja es habitual, ya que las probabilidades de que se conceda aumentan cuando en el contrato figuran dos titulares. No obstante, el divorcio de una pareja con deudas a medias se complica. Si ambos tienen la responsabilidad de pagar las cuotas del préstamo mientras se ha convivido como pareja, esta obligación no se elimina con el divorcio.

Opciones:

  • La opción más sencilla es compartir el pago de las cuotas. Para ello, bastaría con dejar una cuenta corriente en la que figurasen como titulares ambos e ingresar en ella el importe mensual. No obstante, esta opción no es la óptima para todas las exparejas, ya que para que pueda producirse, la ruptura debería ser amistosa o, como mínimo, cordial.
  • Si una de las dos personas se queda con el bien que se ha adquirido con el capital del préstamo, se puede negociar para que solo este se haga cargo de pagar las mensualidades y se quede con el bien. No obstante, habría que asegurarse de que así se haría, porque, de lo contrario, el banco tendría derecho a reclamar la cuota al otro titular.
  • Modificar la titularidad del préstamo y que figure solo uno de los cónyuges. De esta forma, el otro quedaría libre de deudas. No obstante, ya advertimos que no todas las entidades financieras permiten esta opción, porque supone perder un titular o lo que es lo mismo, perder una garantía de pago.
  • Cancelar totalmente el préstamo. Lógicamente, esta es la opción óptima para los dos, ya que la deuda dejaría de existir. El problema es que difícilmente se puede llevar a cabo, ya que se precisarán de los fondos necesarios para amortizar anticipadamente el préstamo. Una solución por la que pueden optar es vender ese bien y con el dinero de la transacción amortizar la deuda.

¿Qué ocurre si uno de los dos deja de pagar las cuotas?

Si tras la disolución de la pareja se sigue compartiendo el pago del préstamo, pero uno de los dos deja de aportar su parte, también se verá afectada la otra. En caso de que esto ocurriese, lo mejor es que las cuotas de la deuda se sigan pagando con normalidad y, posteriormente, acudir a las vías judiciales para reclamar la parte que la ex pareja había dejado de abonar.

Otros productos financieros:

En el caso de que tengáis que dividir otros activos como planes de pensiones o inversiones, deberás elegir qué activos son los más aconsejables para tus intereses, teniendo en cuenta tus necesidades y las implicaciones fiscales producto financiero.

Activos como los planes de pensiones y las acciones se gravan y tributan de forma distinta

Por ejemplo, si necesitas ingresos inmediatos y aún eres joven, un plan de pensiones puede no ser la mejor opción porque tendrás penalizaciones por retirar el dinero anticipadamente. Mientras, otras inversiones como las acciones de compañías cotizadas o fondos de inversión pueden generar ingresos inmediatos si se venden o pagan dividendos.

Si deseas más información, no dudes en contactar con uno de nuestros Abogados de Divorcios para evaluar tu caso en particular.