Divorcio de mutuo acuerdo o amistoso

anillos boda y divorcio

Tú y tu pareja habéis tomado la importante decisión de poner fin a vuestro matrimonio, y elegís el divorcio de mutuo acuerdo porque se trata de un proceso muy delicado, especialmente teniendo hijos en común.

No hay nada que pueda ser más perjudicial para su bienestar emocional que un divorcio conflictivo y prolongado en el que los sentimientos se vean dañados y el día a día se convierta en una batalla emocional.

Cuando el objetivo es divorciarse de forma amistosa, aunque a veces parezca imposible, hay medidas que se pueden tomar en las tres etapas del divorcio (antes, durante y después) para evitar más daños y gastos. Puede que no se consiga el «divorcio soñado», pero teniendo en cuenta estos pasos es muy posible salir de su matrimonio sintiéndose capaz de estar en la misma habitación que su ex, y listo para enfrentarse al mundo de nuevo.


¿Qué puedo hacer antes de divorciarme?.

Antes de solicitar el divorcio, hay que preparar algunos pasos que agilizarán el proceso y minimizarán el dolor y la ira. Lo primero es prepararse para el divorcio. Tanto si lo has elegido tú como si te lo ha impuesto tu cónyuge, asegúrate de que es un divorcio que realmente quieres. Prueba a hacer terapia de pareja y a dedicar tiempo a redescubrir qué fue lo que te hizo enamorarte de esa persona en primer lugar.

Si tu cónyuge quiere el divorcio, pero tú no, comprueba que has dado todos los pasos para intentar arreglarlo. Si eres el cónyuge que quiere el divorcio evita dar más motivos para el resentimiento y la ira.

Si tienes hijos, recuerda ponerlos en primer lugar. Más que para ti y tu ex, un divorcio amistoso es importante para los niños. Independientemente de tus sentimientos hacia tu cónyuge, no debes alejarlos de su otro progenitor, a menos que éste tenga un comportamiento abusivo o perjudicial para tus hijos.

Otras consideraciones clave antes de comenzar el divorcio son:

  • la búsqueda de un abogado,
  • la decisión de cuáles son tus objetivos en cuanto a las medidas para con los niños,
  • la organización de las cuentas bancarias conjuntas,
  • cómo salir de la hipoteca conjunta.

En este último punto la solución sería llegar a un pacto con el banco para llegar a un acuerdo de novación.

Tener un abogado de divorcio desde el principio puede ser realmente útil ya que puede ayudarte y evitará que cometas errores que puedan ponerte en una situación más desfavorable, y que puedan provocar más resentimiento que el propio divorcio. 

¿Qué puedo hacer durante mi divorcio para mantener una relación amistosa?

Si os estáis divorciando porque vuestro matrimonio simplemente ha dejado de funcionar y las cosas son razonablemente amistosas, considera la posibilidad de recurrir a la mediación familiar en lugar de llevar las cosas a los juzgados.

Asumir la responsabilidad de tu divorcio también puede ser útil cuando se trata de tener éxito en un divorcio de muto acuerdo. Aunque puede ser más fácil echar toda la culpa a tu cónyuge, a menudo se necesitan dos para crear una situación en la que sea necesario el divorcio.

Culpar a tu ex de todo, puede parecer más conveniente, pero puede convertirse fácilmente en un hábito.  Recuerda que ambos sois humanos. La culpa excesiva no sólo puede ser perjudicial para ti y para tu ex, sino que puede ser lo más perjudicial para tus hijos, que de repente oyen a mamá odiar a papá, y viceversa. Si crees que este es un momento estresante y de desarraigo para ti y tu pareja, imagina la confusión que sienten tus hijos al tener la unidad familiar rota. Ver que tú y tu cónyuge mantenéis una relación civilizada puede ser de gran valor para tus hijos y les facilitará mantener relaciones sanas con ambos padres.

Si realmente te cuesta desprenderte del resentimiento y la ira, acudir a un terapeuta mientras dure el divorcio no sólo puede ayudar a tu salud mental, sino que a la larga puede ahorrarte dinero al ayudarte a tomar decisiones más claras y concluir el divorcio más rápidamente. Un buen terapeuta te ayudará a tomar el control de tus propios problemas y darte cuenta de los motivos que han contribuido al divorcio. 

Un buen propósito es aspirar a salir del divorcio como una persona más madura y fuerte, y el hacerte responsable de tus propios errores te ayudará a ello, así como a conseguir un divorcio amistoso en el que podías terminar como amigos.

Buscar un buen abogado de familia  que te asesore sobre cómo repartir equitativamente los bienes es también muy importante para un divorcio amistoso.  El abogado debe conseguir que lleguéis a un acuerdo que funcione para ambos, en lugar de discutir por cosas pequeñas porque sí.

¿Y después de mi divorcio?

Frecuentemente ocurre que ninguno de los dos podrá llevar el estilo de vida al que estaba acostumbrado, ya que habitualmente se pasa de mantener un hogar con unos determinados ingresos a dos hogares con el mismo ingreso.

Es importante no perder de vista los aspectos positivos. Cuando te casaste, ¿dejaste de hacer algo porque a tu ex no le gustaba? Tal vez teníais un gusto diferente por las películas, o por las vacaciones. Tal vez perdiste el contacto con viejos amigos porque ya no tenías tiempo para ellos. En lugar de echar de menos a tus hijos cuando se quedan con tu ex, disfruta de todo el tiempo libre que tienes ahora y disfruta del tiempo que pasas con ellos cuando están presentes. Especialmente si tu pareja no se hizo cargo del cuidado de los niños mientras estabais casados, ahora es el momento de establecer un verdadero equilibrio.

Si las cosas se hicieron bien, tendréis un acuerdo para el cuidado de los niños que os convenga a ambos.

Es una nueva oportunidad para disfrutar de la vida. La gente es más feliz después de divorciarse y, aunque no sea tu caso ahora, puede serlo. Disfrutar de tu nueva libertad y sentirte cómodo contigo mismo es un buen comienzo para desarrollar o mantener una amistad con la persona que antes era la más importante de tu vida.